Etherborn es un juego de puzles que logra desafiar al jugador basándose en una muy bien planificada alteración de la gravedad. Su diseño de niveles es ejemplar, y el diseño artístico y sonoro acompaña bien. Puede resultar algo corto, pero por la pura razón de que deja con ganas de más, aun con su modo Nueva Partida+.
Minecraft: Dungeons no puede medirse cara a cara con otros juegos más profundos del género, pero tampoco tiene por qué hacerlo. Se siente divertido y ágil por sí mismo, y de todos modos quienes quieran dedicarle horas y horas podrán encontrar equipamiento más interesante a medida que mejoran sus héroes y aumentan la dificultad.
Carreras, destrozos y buenas físicas. Wreckfest es desenfadado, pero también desafiante y perfecto para dar un poco de variedad al género de conducción inspirándose en fórmulas clásicas como la de Destruction Derby o FlatOut, pero añadiendo su propia personalidad y un buen sistema de progresión.
Control es la obra más atrevida de Remedy. Un diseño de escenario valiente, que fomenta la exploración y prescinde de las ayudas se mezcla con un combate fiero, pero a la largo algo monótono y repetitivo. Su historia también presenta claroscuros, ya que ni es la mejor, ni se cuenta de la mejor manera.
Si quieres algo diferente, deja de buscar. La vida es tan extraña como Life is Strange, uno de esos productos que pueden gustarte o no, pero nunca dejan indiferentes. Toma decisiones, soporta las consecuencias y, en definitiva, experimenta la historia de una adolescente en una aventura muy humana que encuentra las mejores bondades de DONTNOD Entertainment como desarrolladora.
FIFA 15 cambia, sí, mucho más de lo que sus detractores defienden, pero también algo menos de lo que desearían quienes se preguntan año a año si merece la pena comprarlo. El caso es que no todas las funcionalidades que se han incorporado funcionan al mismo nivel, y si bien hay algunas destinadas a mejorar la experiencia como los porteros o los disparos, hay otras que no acaban de funcionar con idéntico éxito.
Jack el Guapo ya está aquí. GearBox recupera los dos últimos títulos hasta la fecha de la serie Borderlands en una remasterización que repasa algunos de los mejores momentos de la franquicia. Borderlands 2 y The Pre-Sequel juntos con cooperativo local para cuatro, todos los DLCs y nuevos gráficos. ¿La mejor forma de jugarlo?
Greedfall es toda una sorpresa y un ejercicio de rol clásico que recuerda a la sólida BioWare de Dragon Age Origins. Sacrifica aproximaciones modernas del género al mundo abierto creando una serie de áreas conectadas, para centrar todos sus recursos en su interesante historia y su original ambientación, así como el desarrollo de las misiones y las distintas formas de cumplirlas.
Después de mucho tiempo (casi cuatro años) de larga espera, por fin podemos sumergirnos en uno de los capítulos más curiosos y llamativos de la saga Final Fantasy. FF Type-0 HD es una aventura épica, dura y llena de momentos muy excitantes.
The Sojourn logra atrapar gracias a un sistema de puzles creativo que se mantiene fresco y en el que profundiza al máximo. A destacar el magnífico añadido de unos niveles extra realmente desafiantes, pero que merece la pena completar.
The Outer Worlds es un videojuego tremendamente irregular, con algunos puntos flacos y un apartado técnico no solo flojo en lo estético sino con algunos defectos palpables que en ocasiones lo hacen incómodo, especialmente en consola.
Un pack con dos videojuegos de acción imprescindibles, con los cuales Platinum Games se dio a conocer en el mundo. La remasterización es muy leve, y no alcanza los estándares de dedicación suficientes como para recomendarlo ampliamente, pero si no los probaste en su día, esta es una ocasión excepcional.
Es extraño para un juego online de mundo abierto, pero Hunt: Showdown trae una idea fresca e interesante, y unas sensaciones también diferentes a las que solemos ver en los juegos de terror. Las decisiones de otros grupos de jugadores nos ponen en tensión y nos obligan a improvisar, y estamos constantemente balanceando las cosas que perdemos con las que desbloqueamos. ¿Es divertido? Sí.
La versión de consolas de Darksiders Genesis es correcta, aprovechando las capacidades extra de PS4 Pro y Xbox One X para elevar la resolución, pero quedándose corta con una tasa de 30 frames por segundo, sin selector; algo de lo que el juego se habría beneficiado bastante.
CyberConnect 2, tras triunfar con Naruto, ha estado a la altura del desafío que supone crear un videojuego inspirado en la obra de Akira Toriyama. Dragon Ball Z Kakarot calca con notable éxito Dragon Ball Z en lo jugable, técnico y sonoro.
Untitled Goose Game es una de esas pequeñas grandes ideas ejecutadas con elegancia. Te atrapa con su humor, por lo fácil que es dejarse seducir por el caos que puede generar un ganso suelto, pero también por sus desafíos, que se mantienen siempre ingeniosos e interesantes. Aunque no trascienda más que para hacer el ganso unas horas, las que dure están bien invertidas.
Red Blue Games ha conseguido recrear con Sparklite uno de los títulos de estilo roguelite más interesantes y cuidados en todos sus apartados de todos los que han aparecido en los últimos meses.
Team Ninja y Tecmo-Koei exprimen aún más el chicle de esta quinta edición de la clásica saga de lucha para servirnos un gran representante de su género en la Nueva Generación de consolas. Dos personajes nuevos, un par de escenarios inéditos y decenas de innovaciones secundarias es lo más destacado que ofrece esta nueva reedición, así como un apartado gráfico más pulido y vistoso.
Trine 4: The Nightmare Prince puede ser la entrega más continuista de la serie, que regresa al camino establecido por su segunda parte, pero no por ello se olvida de crear la entrega más hermosa de todas, con puzles muy ingeniosos, equilibrados y con esa gran capacidad de resolverlos de varias formas distintas.
Northgard es una agradable sorpresa en el género de la estrategia. Es un juego amigable, sencillo, que invita a cualquiera a disfrutar de su acción vikinga; pero con el paso de las horas, y la práctica, descubrirás que es también un videojuego con cierta profundidad estratégica capaz de sorprender con sus emocionantes duelos y agradable puesta en escena.
Destiny 2 Shadowkeep no alcanza los estándares demoledores de Forsaken (2018) pero compensa sus carencias con una experiencia general revisada, mucho más necesaria y acertada. Más que una expansión, es toda una declaración de intenciones que sienta las bases y pasos a seguir para los años venideros y, prácticamente, una cita obligada para todos los jugadores habituales de Destiny.
Huntdown es, en primer lugar, uno de esos juegos que entra de lleno en el Olimpo del pixel art, entrando por los ojos a aquellos enamorados de este estilo visual ambientado en la clásica distopía retrofuturista. Se trata de una propuesta sencilla, que emula a esos juegos de acción clásicos de scroll horizontal y que todavía no habían experimentado con el disparo multidireccional ni las plataformas exigentes.
Outer Wilds es una genialidad conceptual que con más presupuesto habría aspirado a algo tal vez no tan ambicioso como su premisa (descubrir los secretos del universo), pero sí a convertirse en una obra excelente.
Evolve es muchas cosas, pero la conclusión más potente es la de que Turtle Rock Studios vuelve a ser capaz de sorprendernos. El planteamiento era arriesgado, pero han conseguido cuajar un lanzamiento divertido, espectacular y que tiene un adictivo componente de desbloqueos y progresión.
Un nuevo trabajo notable por parte de Lab Zero Games en un territorio tan exigente como el del RPG. Brilla en las batallas y en su apartado artístico, pero abusa de secciones de plataformas excesivamente largas y poco ingeniosas que desvirtúan el cometido de Indivisible.
