Trine 4: The Nightmare Prince puede ser la entrega más continuista de la serie, que regresa al camino establecido por su segunda parte, pero no por ello se olvida de crear la entrega más hermosa de todas, con puzles muy ingeniosos, equilibrados y con esa gran capacidad de resolverlos de varias formas distintas.
Un nuevo trabajo notable por parte de Lab Zero Games en un territorio tan exigente como el del RPG. Brilla en las batallas y en su apartado artístico, pero abusa de secciones de plataformas excesivamente largas y poco ingeniosas que desvirtúan el cometido de Indivisible.
Destiny 2 Shadowkeep no alcanza los estándares demoledores de Forsaken (2018) pero compensa sus carencias con una experiencia general revisada, mucho más necesaria y acertada. Más que una expansión, es toda una declaración de intenciones que sienta las bases y pasos a seguir para los años venideros y, prácticamente, una cita obligada para todos los jugadores habituales de Destiny.
Red Blue Games ha conseguido recrear con Sparklite uno de los títulos de estilo roguelite más interesantes y cuidados en todos sus apartados de todos los que han aparecido en los últimos meses.
Darksiders Genesis puede aparentar ser un Diablo, pero es un verdadero Darksiders con un cambio de perspectiva. Se centra principalmente en los combates, sí, pero no olvida la exploración, los puzles e incluso las plataformas. No está exento de fallos, ya que a la larga acusa una cierta repetición y algunos capítulos no son tan redondos.
Untitled Goose Game es una de esas pequeñas grandes ideas ejecutadas con elegancia. Te atrapa con su humor, por lo fácil que es dejarse seducir por el caos que puede generar un ganso suelto, pero también por sus desafíos, que se mantienen siempre ingeniosos e interesantes. Aunque no trascienda más que para hacer el ganso unas horas, las que dure están bien invertidas.
Es difícil que Ministry of Broadcast deje indiferente. Sencillamente está hecho con una artesanía que echaba de menos. Sus puzles y plataformas invitan siempre a continuar, nunca agobian ni desmoralizan. Las salpicaduras de humor van quitándole el protagonismo a la que habría sido la enésima distopía en los videojuegos, y hace bien en ello.
Es extraño para un juego online de mundo abierto, pero Hunt: Showdown trae una idea fresca e interesante, y unas sensaciones también diferentes a las que solemos ver en los juegos de terror. Las decisiones de otros grupos de jugadores nos ponen en tensión y nos obligan a improvisar, y estamos constantemente balanceando las cosas que perdemos con las que desbloqueamos. ¿Es divertido? Sí.
En la vida hay siempre un momento para volver a Half-Life, pero a veces se nos antoja jugarlo con gráficos más agradables a la vista, un mejor gunplay y, sí, un Xen que merezca la pena. Tras años y años de trabajo, Black Mesa logra ofrecer todo eso y se postula como el remake de un juego imperfecto, pero memorable, que marcó una época.
Es cierto que la sensación general que me deja Resident Evil 3 es la de que el remake de la segunda parte era más redondo. Esperaba algo más de trabajo alrededor de Nemesis y hay alguna partes del original que se echan en falta y que hubieran venido bien para prolongar una duración que Resistance no consigue complementar.
Huntdown es, en primer lugar, uno de esos juegos que entra de lleno en el Olimpo del pixel art, entrando por los ojos a aquellos enamorados de este estilo visual ambientado en la clásica distopía retrofuturista. Se trata de una propuesta sencilla, que emula a esos juegos de acción clásicos de scroll horizontal y que todavía no habían experimentado con el disparo multidireccional ni las plataformas exigentes.
Minecraft: Dungeons no puede medirse cara a cara con otros juegos más profundos del género, pero tampoco tiene por qué hacerlo. Se siente divertido y ágil por sí mismo, y de todos modos quienes quieran dedicarle horas y horas podrán encontrar equipamiento más interesante a medida que mejoran sus héroes y aumentan la dificultad.
The Wonderful 101: Remastered, más que una gran remasterización, es una obra que hace justicia a lo desconocido del juego original. Accesible para los nuevos del género, contiene capas y variedad suficiente para querer amaestrarlo en niveles superiores en la segunda vuelta.
Rocket Arena es un multijugador realmente divertido y que cumple de sobra con casi todo lo que le puedes pedir de lanzamiento: juego cruzado, clasificatorias, partidas privadas y más. Disfruta de una buena variedad de personajes, mapas y modos interesantes, aunque tiene que lograr atraparte de verdad para que no te canse al cabo de unas pocas horas.
Mafia es un gran videojuego de acción pero ante todo es una gran historia de gánster que atrapa con su fantástica puesta en escena y el carisma de sus protagonistas.
Una década después de causar furor con el clásico Amnesia, Frictional Games nos deleita con otra gran aventura de terror que combina la experiencia survival horror del original, con la poderosa narrativa de SOMA.
Recorrer las calles de Londres en Watch Dogs Legion ha sido una experiencia de lo más divertida, con mucha acción, buen sigilo, montones de secretos por descubrir y la sensación de estar ante un gran mundo abierto que aprovecha al máximo su diseño, para que mires donde mires, siempre haya algo divertido que hacer, ningún viaje tedioso que realizar.
Call of Duty Black Ops Cold War debuta en la nueva generación de hardware con una atmósfera muy bien conseguida, un hilo narrativo realmente potente y unas bases muy bien asentadas sobre las que construir un multijugador para todos los gustos.
Visage lo tiene todo para enamorar a los aficionados a los survival horror. Su control es algo tosco, la gestión del inventario muy mejorable, y sí, abusa de los jumpscare, pero si te gusta pasar miedo es difícil encontrar un videojuego que cumpla tan bien con este cometido.
En Beyond Light, Destiny 2 se enfrenta a una serie de problemas serios: hay mucho contenido "de vacaciones", muchas armas se quedan desactualizadas, y la economía del juego puede hacerse frustrante.
Medal of Honor: Above and Beyond es un espectáculo de principio a fin, una experiencia que invita a ser experimentada al completo, a fundirse de lleno con ella y las posibilidades que nos ofrece. En definitiva: a ser vivida. Su gran variedad de misiones, con una campaña duradera que invita a revisitar algunos de sus mejores escenarios es su principal baza.
Diez años después de su estreno original, y seis desde que desapareciera de las tiendas, ha sido un placer saldar mi deuda pendiente con Scott Pilgrim contra el Mundo. Aunque su acción beat' em up podría ser algo más profunda, es innegable que sabe divertir, mucho más cuando lo disfrutas en compañía de amigos gracias a su multijugador cooperativo.
Buen juego de acción enfocado únicamente al modo multiplayer, que acusa levemente una cierta falta de contenidos, y una derivación en su desarrollo que le hace caer en lo rutinario. El motor Source proporciona un entorno y unos efectos visuales espectaculares que añaden una dimensión épica a las batallas multijugador de la Segunda Guerra Mundial.
Un gran juego de acción táctica. Si te gusta pensar, estudiar, prever y teorizar cada movimiento antes de realizarlo, este puede ser tu juego. Si te gustan los FPS de guerra también te gustará, pero si eres de los que buscan munición por el mapa y la acaban a los diez segundos, quizás no cumpla tus expectativas.
La segunda entrega de Shadow of Chernobyl es una mera actualización de contenidos, una versión 1.5 del S.T.A.L.K.E.R. original.
