Como conclusión podemos decir que estamos ante un juego de estrategia fantástica, técnicamente correcto en todos sus aspectos, perfectamente traducido y doblado al español, pero que no añade prácticamente nada nuevo a un género ya muy habitual en nuestros equipos.
Es divertido, desafiante hasta cierto punto y con bastantes opciones de juego; pero a su vez, es un título algo limitado en sus bases que no ha sabido aprovechar todo su potencial, quedándose demasiado corto en aspectos muy concretos como la interfaz de usuario, el sistema de combates en tierra o la aleatoriedad del mundo que nos rodea.
Sparta La Batalla de las Termópilas es un juego solamente correcto y ciertamente decepcionante, que queda muy lejos de lo que se esperaba y que resulta más atractivo a la vista de lo que el propio título esconde en términos jugables.
La tercera entrega de Empire Earth ha mostrado una clara intención de simplificarse para conseguir llegar, tal vez, a un público más amplio. Sin embargo, por el camino se ha dejado facciones y eras que no han mejorado una experiencia de juego que se ve mermada por una inteligencia artificial que no facilita la jugabilidad.
Menos estratégico y con una pobre inteligencia artificial de fondo, Back in Action está lejos de ser el juego que muchos esperábamos. Cuenta con bastantes fallos y desajustes que arruinan un poco la experiencia, aunque también es cierto que en algunos momentos el título es divertido y muy desafiante.
Es inevitable no sentirse decepcionados ante un juego como Carrier Command. Cuenta con una estructura jugable sólida y los suficientes ingredientes de calidad como para haber alcanzado el notable, pero se queda muy lejos de esa marca por los graves problemas derivados de su errática inteligencia artificial.
Creative Assembly nos presenta su nueva incursión estratégica con un juego técnicamente bien resuelto y bastante sugerente, pero que también presenta diversos problemas. Su sistema de monetización no está bien ajustado, el tiempo que debemos esperar para efectuar ciertas acciones puede llegar a ser desesperante y se nota una cierta limitación en diversas áreas en relación a lo vivido en la saga principal.
Siempre es una alegría reencontrarse con una saga clásica con la que tanto has disfrutado en el pasado, pero la ilusión con la que recibes las multitudinarias batallas de Cossacks 3 da paso rápidamente a la decepción. Demasiado caótico en su acción y con una pobre inteligencia artificial, por mucho encanto que suponga volver al estilo de la vieja escuela, lo nuevo de GSC Game Worlds se siente anticuado.
Aunque se echan en falta más opciones a la hora de diseñar los hábitats de los dinosaurios y no es el juego de gestión más complejo en materia económica, Jurassic World Evolution 2 sabe divertir sin importar si eres o no veterano en el género.
Actraiser Renaissance podría haber ido más allá, pero cumple como actualización del clásico de SNES. ¿Lo mejor? Que añade un buen puñado de contenidos para incrementar la duración, mientras integra cuantiosas mejoras jugables que profundizan aún más en la sobresaliente combinación entre acción y estrategia que planteaba el Actraiser original.
Surviving the Aftermath es un título de construcción de ciudades que mezcla bien elementos de supervivencia, gestión de recursos y eventos emergentes. Su mapa de campaña y el progreso ligado a los especialistas son lo mejor de un juego que puede volverse algo obtuso en algunos momentos por culpa de los cuellos de botella que origina la falta de algunos recursos hacia mitad de la partida.
Te lo vas a pasar bien jugando a Voice of Cards: The Forsaken Maiden. Te va a gustar su historia, su banda sonora e ilustraciones, pero el combate te parecerá fácil, poco profundo y lento, y sentirás su exploración muy torpe. Conectarás con él si eres muy fan del trabajo de Yoko Taro, pero yo no puedo evitar pedirle más a este gran autor.
Starship Troopers: Terran Commands es uno de esos títulos que tienen grandes inspiraciones pero que se quedan a medio camino por cuestiones de recursos y de ambición. Sus principales problemas son una palpable falta de contenido y que la campaña, aunque ofrece una acción variada, no plantea objetivos ni misiones verdaderamente memorables.
Hard West 2 cumple como "XCOM-western de fantasía oscura": tiene una jugabilidad heredada del clásico moderno de Firaxis que funciona de manera genial en los combates, la ambientación de ese salvaje oeste extraterrenal y de pesadilla es brutal, y hay suficientes elementos nuevos como para enganchar incluso al jugador experimentado en el género.
I Was a Teenage Exocolonist no es un título habitual para un videojuego, y es que el juego es de todo menos convencional. Está basado en batallas de cartas, pero tiene también bastante de RPG y un sistema de decisiones que determina el futuro de tu colonia.
Cartel Tycoon busca ponernos a los mandos de un cartel del narcotráfico en la Sudamérica de los años ochenta y eso es evidente que lo consigue: su jugabilidad es adictiva, la optimización de recursos y de la economía, herencia directa del género al que pertenece, está muy conseguida, y en temas audiovisuales, a pesar de sus voces en inglés, lo cierto es que cumple.
Si el ejemplo de Stormrise será seguido en el futuro sólo nos lo dirá el tiempo, pero de momento es un título con grandes ideas no demasiado bien terminadas. Los más hardcore de la estrategia pueden encontrar en él un entretenimiento interesante, pero como precursor de una nueva franquicia a esta primera entrega hay que exigirle mucho más, especialmente en PC.
Northland es un complejo título con algunas ideas interesantes pero al que se le nota notablemente el paso del tiempo. Durante el juego tienes que controlar tantos factores básicos y rutinarios que resultan aburridos. Si eres un fan de la saga Cultures o te encanta la micro gestión, adelante.
Symmetry apenas rasga la superficie de lo que el género de estrategia y supervivencia es capaz de ofrecer. Hay una clara falta de progresión y una dificultad que se antoja forzada, que frustra con el único fin de arañar algo más de tiempo de juego. Esperábamos mucho más de él. Lamentablemente, esta falta de profundidad hace que no esté a la altura de grandes exponentes como This War of Mine o Sheltered.
A menudo resulta difícil construir una valoración de un videojuego y explicar en pocas líneas las conclusiones que ofrece. En el caso de Earthfall es fácil: No es demasiado divertido. Tan sencillo como eso. Los problemas de rendimiento y los bugs ocasionales están ahí, y son molestos eso está claro, pero es la base lo que provoca que este shooter sea tedioso y más bien poco interesante.
Pese a las buenas ideas con las que ha nacido el proyecto, Impire no solo se ha quedado lejísimos de alcanzar las cotas de calidad del genial Dungeon Keeper, sino también de lo esperado en cualquier buen juego de estrategia en tiempo real que se precie en estos momentos.
No es lo que prometía ni tampoco el juego que los fans de Warcraft merecían. Blizzard fracasa a la hora de traer de vuelta una de sus sagas más queridas, apostando por una remasterización que al final se limita a mejorar los gráficos y poco más.
Sombras de Guerra es un fallido intento de trasladar la Guerra Civil al mundo del videojuego. Con un presupuesto cercano al millón de euros el juego de Legend Studios fracasa estrepitosamente en todos los aspectos, y lo hace tanto por su penoso acabado como por su alarmante falta de ambición. Gráficos pésimos, jugabilidad aburrida y plana, y nula pretensión de aportar algo al género.
El juego de cartas de The Witcher 3: Wild Hunt se adapta a título independiente de carácter free-to-play. Gwent lleva a las pantallas toda la acción y estrategia de los naipes favoritos de Geralt de Rivia. Colecciona las cartas y hazte un mazo poderoso con el que convertirte en uno de los mejores jugadores del mundo de Gwent dominando el arte del faro durante una partida al mejor de tres rondas.
Es uno de los juegos de estrategia más laureados de la historia. Un auténtico clasicazo que vuelve a la vida con una remasterización cargada de novedades.
