La espera ha sido larga, pero con Age of Wonders 3 entre las manos solo podemos decir que ha merecido la pena. Es muy divertido, bastante profundo en algunos aspectos de juego, y realmente adictivo cuando de lo que se trata es de retar a otros jugadores. Si lo tuyo es la estrategia por turnos, no deberías perder de vista este lanzamiento.
Megaman 11 regresa justo al sitio en que más cómoda se siente la licencia: las plataformas de espíritu jugable 2D, con todas sus convenciones. A la fórmula se añade una interesante característica que renueva la jugabilidad (Doble Mega) y una accesibilidad que permite a los veteranos disfrutar del reto de siempre, pero también abrir la puerta a nuevos jugadores.
Lo tiene difícil por la gran competencia a la que se enfrenta, pero The Elder Scrolls Online ha superado con éxito la prueba, convirtiéndose en ese gran MMORPG que esperaban los fans de la serie. Su PvP, así como la solidez de su base jugable lo convierten en una compra muy recomendable, que habría sido mejor de contar con un sistema de combate algo más profundo y un diseño de misiones más original.
Una cabeza voladora como protagonista de una aventura de acción y plataformas 2,5D. Con esa premisa y la estética del cine de ciencia ficción de los 70, no es de extrañar que Headlander termine por divertir a cualquiera. Es un videojuego con gracia, que presenta ideas originales, desafíos apasionantes y una historia que se sigue con interés.
Una vez más TT Games y Warner Bros nos presentan una gran aventura basada en la pertinente licencia de éxito, El Hobbit de Peter Jackson en esta ocasión. Y el resultado es tan sugerente como era de esperar, brindándonos un desarrollo variado como pocos en los que tan pronto estamos peleando como resolviendo puzles sencillos o explorando los escenarios.
Grey Goo recupera la mejor esencia estratégica propia de la vieja escuela y la envuelve en un halo de acción táctica que le ha sentado de fábula. Echarse una partida a este videojuego os hará sentir como cuando jugabais a Command & Conquer o cualquiera de los grandes del género aparecidos en la década de los noventa. Y solo por eso el equipo de Petroglyph Games merece un gran reconocimiento.
Sin llegar a cotas de jugabilidad sobresalientes, esta aventura protagonizada por el pequeño Max enganchará a los amantes de este tipo de propuestas, las plataformas clásicas de desarrollo 2D. La inclusión del lápiz mágico añade una gracia especial al desarrollo, el cual resulta muy agradecido y ameno mientras dura.
Muy atractivo en lo audiovisual y realmente inteligente en el diseño de su acción, FRACT OSC es una buena aventura de exploración musical que destaca por lo ingenioso y desafiante de sus rompecabezas. Estos no llegan al nivel de excelencia de otros títulos de corte similar, pero sí plantean un reto lo suficientemente atractivo como para que cualquier aficionado a los juegos de puzles disfrute con ellos.
Hitman 2 no tiene intención de revolucionar la saga y está planteado como una temporada 2 de la última entrega en un sentido muy literal, pero no por ello deja de ser un videojuego realmente interesante.
The Blackwell Epiphany es el último capítulo de la serie Blackwell y el mejor de todos. En todos sus apartados, gráfico, musical y narrativo, el trabajo ha sido superado llegando a sorprender sobre todo en la historia y la forma que tiene de resolver todos sus misterios.
Aunque conserva intacta la base jugable del original, Q.U.B.E. 2 consigue sorprender gracias al ingenioso e inteligente diseño de unos rompecabezas que, si bien no son especialmente difíciles, sí destacan por su capacidad para ofrecer retos cada vez más elaborados y espectaculares.
Thronebreaker logra introducir mediante una aventura muy entretenida, con una historia bien desarrollada y componentes de exploración y gestión, el popular juego de cartas Gwent que se introdujo en The Witcher 3 por primera vez y con el que CD Projekt espera competir en el cada vez más vasto campo de batalla de juegos de cartas. Como introducción a Gwent, es espléndido.
Visage lo tiene todo para enamorar a los aficionados a los survival horror. Su control es algo tosco, la gestión del inventario muy mejorable, y sí, abusa de los jumpscare, pero si te gusta pasar miedo es difícil encontrar un videojuego que cumpla tan bien con este cometido.
Milestone sigue con su paulatina evolución en lo relacionado con su gran pasión, los juegos de velocidad. Ride 3 mejora en todos los aspectos a las anteriores entregas, sobre todo en lo que tiene que ver con la cantidad de contenido integrado y, también, con su apartado visual, mucho más realista y espectacular.
El nuevo Wolfenstein es una invitación al optimismo de cara al futuro de la saga. Es un videojuego que dista de ser sobresaliente o de convertirse en un fenómeno de masas, pero entretiene y divierte. Si futuros episodios corrigen algunas de las flaquezas de The New Order y añaden un buen multijugador estaremos ante algo grande de veras.
Más divertido, intenso y con mayores opciones de juego, The Incredible Adventures of Van Helsing II es una notable aventura de acción y rol que destaca por la diversidad de misiones a afrontar, sus amplias opciones de personalización y lo espectacular de su puesta en escena.
No vamos a engañaros: lo menos importante de este artículo es la nota, la valoración numérica. ¿Y por qué? Pues porque, por encima de todo, Killer is Dead es un título complicadísimo de valorar, ya que depende muchísimo del tipo de jugador que se anime a probarlo. Es quizá uno de los casos más extremos de las creaciones de Suda 51 y su equipo, y como tal gustará a unos y horrorizará a otros.
Her Story es un juego más que atípico. Una pequeña joya con un precio ajustado, centrada en la narrativa fragmentada y en que nosotros vayamos descubriendo poco a poco la información a nuestro ritmo, para dar con la misteriosa realidad que nos presenta. Todo a través de una interfaz de ordenador de los 90, y a través de vídeos de imagen real, una técnica iniciada y abandona con el lanzamiento del CD-ROM.
Una vez más nos hallamos ante un lanzamiento digital de una conversión en HD de un juego muy aclamado en su momento, en esta ocasión Devil May Cry 4. Pero en lugar de estar ante un port más bien simple y moliente, Capcom se ha molestado en cuidar mucho tanto su vertiente gráfica como, más significativo aún, su apartado jugable, ofreciendo nuevas razones a los jugadores para volver a cazar demonios.
La famosa saga de simuladores de velocidad de Milestone basada en el campeonato del mismo nombre, MotoGP 14, da un paso hacia adelante con una edición que a pesar de ser continuista incorpora ciertas novedades de peso que la otorgan más calado y benefician directamente a la jugabilidad.
Mutant Year Zero es un juego de estrategia por turnos que supone un soplo de aire fresco al género, gracias a sus aportaciones de sigilo y exploración en tiempo real. Sus personajes son únicos y carismáticos y querrás cuidarlos en todo momento durante las 20 o más horas de juego. Una aproximación diferente y muy original que ya es una alternativa más que válida a ese referente que es XCOM.
Más grande, épico y espectacular que su antecesor. Battlefleet Gothic: Armada 2 sabe cómo contentar a los aficionados al universo Warhammer 40.000 con un gran videojuego de estrategia espacial que está protagonizado por doce ejércitos bien diferenciados.
Codemasters se resiste a entrar en la nueva generación, pero nos mantiene al volante con un lanzamiento que aunque no significa lo mismo que sus predecesores, sí que aporta innovación a la licencia gracias a su particular 5-en-1: la fusión de varias disciplinas del mundo de la conducción dentro del mismo videojuego.
Redout nos ha devuelto a esa época de naves futuristas y velocidades imposibles que ya empezábamos a añorar. Como sus propios desarrolladores admiten, bebe de juegos como WipeOut o F-Zero tanto en estilo como mecánicas, pero logra distanciarse lo suficiente como para tener su propia personalidad. Una que planta los cimientos de lo que puede ser otra gran saga de velocidad en el futuro.
El equipo de Amanita Design no falla. La nueva aventura gráfica de los creadores de Machinarium y Botanicula es otro de esos videojuegos con encanto especial que merece mucho la pena probar. Su gran sentido del humor, el ingenioso diseño de algunos de sus rompecabezas y, claro, su bello apartado artístico convierten a Chuchel en una obra digna de alabanzas por su capacidad para hacerte sentir como un niño.
