Evolution GT es un juego de conducción con mucho de rol y algunas novedades conceptuales interesantísimas. Aunque quizás se quede algo corto en algunos aspectos, lo compensa con una jugabilidad enorme y aportando una nueva visión sobre los juegos de conducción que vale la pena tener en cuenta. Recomendable, como mínimo, probarlo.
RACE On es un versión extendida competente que encandilará a sus fans y a los recién llegados por igual, pero su dependencia hacia su edición del año 2007 le hace heredero de una serie de mecánicas caducas. Como resultado, el título no tiene ninguna posibilidad de llegar el primero en la vertiginosa carrera que ha iniciado con la competencia...
Need for Speed Underground 2 se desarrolla en una enorme ciudad estructurada en cinco barrios interconectados por los que moverse con total libertad, ofreciendo así un absorbente escenario de juego en el que las calles son tus menús.
GRID busca su hueco en una parrilla de juegos de conducción que cada vez quieren diferenciarse más entre sí. Una propuesta ecléctica, que quiere contentar a todos y por ello puede que no profundice en ningún campo en especial. Es de agradecer conducir sus múltiples coches y destaca una inteligencia artificial dinámica, que se enfurece y rivaliza con el jugador.
Dangerous Driving es el verdadero heredero espiritual de Burnout, de sus mismos creadores. El equipo pretende ser tan fiel a la obra original que a menudo se olvida de la creatividad de intentar llevar la fórmula un paso más allá, mientras que la decisión de no incluir música y confiar exclusivamente en reproducirla a través de Spotify Premium es, cuanto menos, dudosa.
Project Cars 3 cambia de categoría, acercándose más al terreno del simcade que al del simulador. Aprovecha buena parte de su tecnología, del trabajo realizado en circuitos y coches previos, para armar una filosofía distinta, más accesible y donde el mando se ha convertido en una opción muy viable.
Assetto Corsa Competizione es capaz de sorprendernos con algunas fieles representaciones de sus circuitos y coches a nuestra disposición, así como de su manejo. Pero a su vez, hay otros elementos que no parecen tan trabajados como nos gustaría, dando incluso una extraña sensación de no estar terminado.
El billete hacia La Cima de The Crew ya tiene más peldaños con Wild Run. Hay muchas pruebas nuevas, de alta exigencia y alocado planteamiento, destinadas a satisfacer a los jugadores más veteranos, pero Ivory Tower no se ha olvidado de quien comienza aquí su andadura. Hay elementos que mejoran lo que vimos en su momento, aunque haya otros que siguen adoleciendo de falta de profundidad.
Need for Speed recoge toda su herencia y la recopila en un juego donde encontrarás tanto lo que ya tenías como lo que echabas de menos. Esto lo hace un título con tendencias algo conservadoras, pero recupera mucha de la esencia que ha hecho a la franquicia tener una vida longeva.
Need for Speed Rivals nos plantea un valiente experimento al conjugar en la misma experiencia de conducción las vertientes individual y multijugador. Las líneas se diluyen hasta conformar un mundo abierto online que nos da una muestra del tipo de planteamientos jugables que veremos en la próxima generación.
Sin duda nos encontramos ante un título que destaca por su enorme variedad de opciones de modificación, un competente motor de física, buen nivel gráfico y un gran y divertido número de pruebas sobre cuatro ruedas apoyadas en un original concepto.
Como ya ocurriera con su antecesor, Test Drive Unlimited 2 nos ofrece una visión muy distinta del mundo de los arcades de velocidad que, debido a su atípica jugabilidad no será del agrado de todos los aficionados al género. El resultado es bastante satisfactorio, haciendo acopio de una mecánica de juego atractiva que sorprenderá a todos aquellos que no conozcan la saga.
Con muy poquitas novedades, pero con todo el encanto de la serie Trackmania intacto, Stadium se trata de un buen DLC que tiene como principal pega el que exista un juego gratuito dentro de la serie con prácticamente los mismos contenidos jugables. Pero aun con esas, por tan solo 9,99 euros pocos títulos ofrecen tantas horas de diversión y entretenimiento en estado puro como esta obra de Nadeo.
The Run es un interesante aunque no particularmente brillante juego de conducción. Need for Speed recupera su vena más arcade con un título generoso en cuanto a contenidos, notable en cuanto a su diversión pero algo parco en términos de calidad e inspiración. sólo diversión a la más alta velocidad
Si lo que buscas es un juego de conducción adictivo, con buenos retos, variado elenco de vehículos (aunque sean de la misma marca), un control de juego agradable y un buen diseño de niveles, S.C.A.R. Squadra Corse Alfa Romeo no te defraudará en absoluto. Quizá no sea el mejor ni más llamativo juego de coches, pero resulta atractivo y se deja jugar.
Need For Speed Payback refina la fórmula del anterior juego, ampliando la escala y rescatando todas las buenas ideas de la franquicia, pero todo se hace demasiado familiar y poco inspirado. Si le sumamos una estructura que fuerza al jugador a repetir misiones para poder continuar, el resultado es un juego que se antoja divertido, pero también algo perezoso y artificial.
Ford Street Racing es un juego entretenido, rápido, de buena cosecha y, aunque parezca increíble a estas alturas de la película, novedoso e innovador en su modo de carreras en equipo. Si te gustan los juegos de conducción con tintes de simulación, olvídate de este título.
Need for Speed: Heat necesita un equilibrio mejor en sus sistemas de juego, tanto en la progresión por los distintos eventos como en las persecuciones policiales, para hacerlo todo divertido, en vez de frustrante.
Need for Speed Undercover supone una importante decepción dentro de la recta final del 2008. Lejos de capturar el espíritu de Most Wanted, el título de Black Box fracasa al proponer una campaña excesivamente sencilla y una conducción modelo “autos de choque”.
