King's Bounty 2 me ha convencido en cuanto a variedad de tropas reclutables. Sus arenas de combate, teniendo en cuenta el relieve del escenario, así como todo lo referente al sistema de alineamiento abre posibilidades muy interesantes. Sin embargo, son demasiados los "peros" para poder recomendarlo abiertamente.
Pokémon Unite es un juego divertido y adictivo que presenta ideas interesantes y un enfoque atractivo de los MOBA. Con varios modos de juego y una buena variedad de Pokémon entre los que elegir, la principal pega es su monetización, que actualmente se siente injusta.
Port Royale ha sido valiente a la hora de tomar decisiones controvertidas. Su nuevo combate por turnos es una apuesta arriesgada pero creo que le beneficia, anteponiendo la estrategia y la táctica por encima de la acción más directa. Las rutas comerciales son ahora más personalizables y el mapa de vientos juega un papel fundamental en ello.
Aquellos que esperan con ganas la llegada de Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes, pueden matar un tanto el gusanillo con esta especie de precuela argumental, aunque jugablemente hablando se aleja de esa premisa más JRPG de Hundred Heroes.
XCOM 2 Collection llega a Switch con buenos resultados, teniendo en cuenta que es un título estratégico por turnos que no requiere de precisión o reflejos. La calidad de imagen es menor en este port y hay algunos tirones y bajones de frames que no terminan de regalar la mejor presentación, pero es quizá las largas cargas de niveles lo que puede desesperar a algunos jugadores.
Fire Emblem no ha llegado para cambiar cuestiones de fondo de la serie "musou" (la repetitividad), pero aún así la fusión ha resultado muy interesante, principalmente porque han sabido integrarse conceptos de una y otra licencia hasta conseguir un equilibrio muy llamativo.
Dimps y Bandai Namco se desmarcan con un acertado juego de cartas que poco tiene que ver con lo que nos han deparado otros títulos de esa misma índole. Un juego que va mucho más allá de la licencia en la que se basa para alcanzar unos niveles muy elevados de complejidad y profundidad.
Su original premisa y el modo en el que te implica en su acción convierten a Do Not Feed the Monkeys en un videojuego muy especial y por tanto, en un título recomendable en PC y Nintendo Switch.
Empire of Sin es un juego prácticamente único en el mercado actual. La combinación de mecánicas de rol con combates por turnos y gestión del imperio y la diplomacia hace de este un juego muy particular. Realmente ha sido una experiencia divertida, da gusto rolear a un capo de la mafia que va ganando puntos de mala fama conforme crece su dominio sobre la ciudad y las otras bandas.
Harvest Moon: Un Mundo Único partía de un concepto de juego atractivo y hasta original, pero su regular ejecución lastra lo que podría haber sido un simulador de granjas a la altura de los grandes. Se queda a medio camino, con un título bastante irregular, tanto en lo jugable como técnico. Puede resultar repetitivo y posee carencias importantes en lo gráfico.
Sin cambiar la fórmula original, Roller Coaster Tycoon 3 Complete Edition consigue adaptarse a Nintendo Switch con mucha fortuna. Se juega muy bien tanto en portátil como en sobremesa. A sus gráficos y decisiones artísticas ya le pesan los años, pero lo compensa con mucho contenido, su profunda gestión y unos controles bien pensados.
A los que les gusten este tipo de propuesta densas, pausadas y llenas de pequeños detalles jugables van a darse un festín en la consola híbrida de Nintendo.
Mutant Year Zero es un juego de estrategia por turnos que supone un soplo de aire fresco al género, gracias a sus aportaciones de sigilo y exploración en tiempo real. Sus personajes son únicos y carismáticos y querrás cuidarlos en todo momento durante las 20 o más horas de juego.
Lejos de estar ante una entrega continuista dentro de la franquicia Atelier, GUST ha querido ofrecer a los usuarios de PS4, Switch y PC un título claramente diferente. Aunque sigue estando presente, el componente rolero tan característico de la saga ha pasado a un segundo plano, ganando todo el protagonismo la gestión de recursos y la jugabilidad en plan city building.
Sin estar ante la entrega más conseguida y memorable de la saga, una vez más Harvest Moon: La Luz de la Esperanza apuesta por ofrecer a los jugadores una experiencia de juego bastante alejada de lo habitual, pudiendo realizar tareas propias de la vida agrícola que nos proporcionan diversión y entretenimiento duraderos.
Actraiser Renaissance podría haber ido más allá, pero cumple como actualización del clásico de SNES. ¿Lo mejor? Que añade un buen puñado de contenidos para incrementar la duración, mientras integra cuantiosas mejoras jugables que profundizan aún más en la sobresaliente combinación entre acción y estrategia que planteaba el Actraiser original.
Surviving the Aftermath es un título de construcción de ciudades que mezcla bien elementos de supervivencia, gestión de recursos y eventos emergentes. Su mapa de campaña y el progreso ligado a los especialistas son lo mejor de un juego que puede volverse algo obtuso en algunos momentos por culpa de los cuellos de botella que origina la falta de algunos recursos hacia mitad de la partida.
A-Train All Aboard! Tourism destaca por sus profundos y complejos sistemas, también por atreverse a darle tanta importancia a lo económico. El juego tiene una moraleja clara que habla de la propia historia de Japón: el pueblo crece y se desarrolla gracias a los sistemas de transporte.
Nunca es tarde si la dicha es buena, y este refrán se ajusta perfectamente al título que nos ocupa. Ha tardado en estrenarse en Nintendo Switch pero sus fans pueden darse el gustazo de vivir enteramente la saga (o subsaga) .hack//G.U. con esta recopilación que lleva por nombre Last Recode. Un JRPG bastante particular por aquello de simular un mundo en plan MMORPG de manera formidable.
I Was a Teenage Exocolonist no es un título habitual para un videojuego, y es que el juego es de todo menos convencional. Está basado en batallas de cartas, pero tiene también bastante de RPG y un sistema de decisiones que determina el futuro de tu colonia.
Los juegos de NIS siempre han tenido algo especial, hecho que se demuestra entrega tras entrega de esta saga de compilaciones que la compañía japonesa edita para Switch. Este tercer volumen de Prinny Presents NIS Classics integra dos títulos poco conocidos en nuestro territorio como son La Pucelle: Ragnarok y, más desconocido todavía (y también más flojete), Rhapsody: A Musical Adventure.
