The Crew 2 expande el concepto de su primera entrega con éxito, pero aunque no repite los errores del primero, comete otros. Algunas disciplinas no están a la altura, el sistema de progresión y economía quizá no sea el adecuado y las exageradas físicas de colisiones juegan a veces en su contra, pero el juego es variado a más no poder, precioso y muy divertido.
Creo que Dirt 5 sale airoso del derrape, precisamente porque recupera parte de su identidad que con su cuarta entrega quedó algo en entredicho.
La famosa saga de simuladores de velocidad de Milestone basada en el campeonato del mismo nombre, MotoGP 14, da un paso hacia adelante con una edición que a pesar de ser continuista incorpora ciertas novedades de peso que la otorgan más calado y benefician directamente a la jugabilidad.
DiRT 4 ha creado una entrega muy ambiciosa en la que englobar a todos los jugadores que alguna vez han disfrutado de una de sus entregas. Tanto si vienes por el reto como por la diversión pura sin restricciones, encontrarás un asiento para ti. El sistema de creación de circuitos es, no obstante, su apuesta más arriesgada.
Need for Speed Rivals nos plantea un valiente experimento al conjugar en la misma experiencia de conducción las vertientes individual y multijugador. Las líneas se diluyen hasta conformar un mundo abierto online que nos da una muestra del tipo de planteamientos jugables que veremos en la próxima generación.
Si buscas una experiencia de conducción de nueva generación, te conviene darte una vuelta por DriveClub. No sólo por su destacado aspecto visual, sino sobre todo por su potente carácter social, que nos motiva como pocos títulos a superar nuestras marcas una y otra vez.
ONRUSH es un arcade de conducción como pocos vas a encontrar en el género y eso es algo a valorar. Sin embargo, aunque es divertido a rabiar, su fórmula puede llegar a repetirse demasiado al igual que sus modos.
Dangerous Driving es el verdadero heredero espiritual de Burnout, de sus mismos creadores. El equipo pretende ser tan fiel a la obra original que a menudo se olvida de la creatividad de intentar llevar la fórmula un paso más allá, mientras que la decisión de no incluir música y confiar exclusivamente en reproducirla a través de Spotify Premium es, cuanto menos, dudosa.
MotoGP 21 es, sin duda, el simulador del deporte de las dos ruedas por excelencia. Cuenta con la licencia oficial que le da acceso a todos los motoristas y circuitos oficiales pero, sobre todo, con un gran trabajo detrás que le permite ofrecer una experiencia de simulación pura y exigente pero que sabe recompensar el esfuerzo del jugador.
Aunque es de justicia reconocer que en algunos aspectos Burnout Paradise ha envejecido un poco, lo cierto es que su fórmula de velocidad y frenetismo sigue siendo bastante actual. El de Criterion mantiene su condición de "seguro de vida" para garantizar una sesión de risas y diversión con el cerebro en punto muerto.
Cuando todo funciona en GRIP: Combat Racing disfrutamos de un arcade de velocidad vertiginoso y muy original que añade con su mecánica que desafía la gravedad una nueva capa de profundidad a un arcade de carreras. Sin embargo, en ocasiones nos hemos encontrado con algunas asperezas tanto jugables, de diseño y técnicas que hacen que no disfrutemos tanto de algunos de sus circuitos.
Milestone sigue demostrando que le encanta realizar juegos de velocidad. En este caso le ha llegado el turno a la segunda parte de Ride, juego que mejora sustancialmente lo mostrado en el primer título de la franquicia, lo cual tampoco era muy difícil.
Project Cars 3 cambia de categoría, acercándose más al terreno del simcade que al del simulador. Aprovecha buena parte de su tecnología, del trabajo realizado en circuitos y coches previos, para armar una filosofía distinta, más accesible y donde el mando se ha convertido en una opción muy viable.
El veterano y experimentado estudio Sumo Digital nos invita a disfrutar de unas carreras arcade total que siguen la pauta marcada por títulos como Virtua Racing en cuanto a su disposición técnica y parte de su sistema de juego se refiere, y agregando a la fórmula los derrapes que hicieron famosa a la saga Ridge Racer.
GRID Legends es un paso adelante en la saga GRID y marca una buena senda para el futuro de Codemasters. La conducción es divertida, hay una cantidad enorme de coches y tiene contenido de sobra para echar muchas horas. El online también parece bastante mejorado y puede ser una opción muy válida, siempre y cuando los jugadores se respeten en pista.
El estudio Milestone da otro empujón a su saga de velocidad estrella con MotoGP 19, un título que llega cargado de novedades que seguramente van a ser muy bien recibidas por la comunidad de jugadores.
Esta nueva temporada de MotoGP es muy especial por la presencia de Valentino Rossi. Y es que su academia VR/46 juega un papel muy importante en este título, permitiéndonos disfrutar de varias incorporaciones jugables.
Las motos llegan a DriveClub con un contenido que propone más pruebas y la renovada experiencia que supone conducir estas veloces máquinas. No obstante, también repite los errores del anterior, como la poca variedad de pruebas. La falta de ambición queda más patente con DriveClub Bikes, pero aún así supone una gratificante propuesta para añadir más horas a nuestra aventura con este exclusivo para PS4.
Gran Turismo Sport es un vuelco al online en la filosofía de Polyphony Digital. Una vuelta a empezar, que mira seriamente a la competición y los deportes electrónicos, sacrificando por el camino contenido offline, coches, circuitos y climatología. Al volante, el resultado asombra, pero mientras que su carácter multijugador puede hacer llegar nuevos jugadores, los números pueden echar atrás a otros.
Esta nueva edición del simulador de motocross de Milestone es bastante continuista, pero sigue ofreciendo unas cotas de diversión y calidad muy estimables que le convierten en un gran exponente de su género.
MotoGP 20 añade importantes mejoras para hacer que el realismo gane presencia progresivamente en la serie. No son demasiadas, sin embargo, y se traducen más bien en añadidos o reformas sobre aspectos ya preexistentes. Aún así, todo suma, y eso hace a esta edición netamente superior, con margen de mejora, pero en la senda correcta.
GRID busca su hueco en una parrilla de juegos de conducción que cada vez quieren diferenciarse más entre sí. Una propuesta ecléctica, que quiere contentar a todos y por ello puede que no profundice en ningún campo en especial. Es de agradecer conducir sus múltiples coches y destaca una inteligencia artificial dinámica, que se enfurece y rivaliza con el jugador.
El billete hacia La Cima de The Crew ya tiene más peldaños con Wild Run. Hay muchas pruebas nuevas, de alta exigencia y alocado planteamiento, destinadas a satisfacer a los jugadores más veteranos, pero Ivory Tower no se ha olvidado de quien comienza aquí su andadura. Hay elementos que mejoran lo que vimos en su momento, aunque haya otros que siguen adoleciendo de falta de profundidad.
Need for Speed recoge toda su herencia y la recopila en un juego donde encontrarás tanto lo que ya tenías como lo que echabas de menos. Esto lo hace un título con tendencias algo conservadoras, pero recupera buena parte de la esencia que ha hecho a la franquicia tener una vida longeva.
En un género tan saturado como es el de la velocidad se agradece bastante encontrar títulos que propongan algo diferente. Y eso es lo que consigue esta obra de Level 91, dado que si bien en líneas generales se trata de un arcade basado en la dinámica de los derrapes, es la forma de realizarlos donde estriba gran parte de la originalidad y gracia que posee esta producción.
