Mad Max es un juego muy interesante. A excepción de ser algo repetitivo y del combate cuerpo a cuerpo, que es francamente flojo, el resto de elementos funcionan más que correctamente, aunque sin exhibir ninguno de ellos el nivel de calidad tan alto que Avalanche ha mostrado en el pasado.
Sandbox y survival horror en primera persona y por partida doble es lo que nos ofrece esta nueva remasterización que llega a PS4, Xbox One y PC. Dead Island Definitive Collection es un título que debería resultar muy atractivo para todos aquellos que no jugaron a la saga original, dado que ofrece unas cotas de diversión muy altas si decidimos avanzar en compañía de otros tres aliados en plan cooperativo.
La experiencia de The Division dividió a los aficionados entre quienes disfrutaban de pasear por su Nueva York inmejorablemente ambientada, y quienes gozaban principalmente de sus potentes secuencias de acción. Subsuelo va destinado, directamente, a los segundos; con una propuesta que no se anda por las ramas, que es plenamente consciente de la fortaleza de sus tiroteos y que los explota al máximo.
Los temas que trata No Man’s Sky ni son sencillos, ni son habituales. Abordar asuntos como la soledad, la atracción por lo desconocido y el contacto con otras civilizaciones no es nada frecuente en un mundillo como el nuestro que parece sentirse más cómodo en otros lares.
EVE Valkyrie es un buen juego de realidad virtual que capta perfectamente la inmersión que producen estos dispositivos. Lamentablemente, no logra ir más allá de la sorpresa inicial salvo en el multijugador, donde la experiencia mejora. Pero había mucho más que hacer en un juego de naves espaciales que no se ha terminado de explorar aquí.
Una nueva obra de Housemarque aterriza en PS4 para alegría de todos los incondicionales tanto de los shooters como del propio estudio, que ya empezamos a ser unos cuantos. Materfall no decepciona y nos brinda una experiencia arcade realmente salvaje, futurista y bastante desafiante si decidimos jugar en el nivel de dificultad medio (Mercenario) o, más aún, difícil (Veterano).
Los creadores de Saints Row han creado otra saga que guarda varias similitudes importantes con su venerada franquicia pero que posee su propia personalidad. Agents of Mayhem es un juego muy divertido ante todo y que nos ofrece muchas posibilidades.
Ruiner es un shooter isométrico rápido. Frenético. Con un buen puñado de posibilidades jugables que ofrecen variedad en la acción, aunque puede llegar a ser algo repetitivo en algunas ocasiones. La exploración de su ciudad, Rengkok y su historia cyberpunk de hackers y bandas callejeras ayuda a aportar algo más de variedad al conjunto.
Outriders no es de los que salen ganando en las comparativas, pero eso es porque no ha venido a competir con nadie. Es un juego autocontenido y respetuoso que quiere que lo juegues las horas que te dure, sin más. ¿Lo consigue? Bueno, si no eres de los que se vuelcan en el botín y la progresión de personaje, igual te parece un juego disfrutable sin más.
A pesar de sus nuevos modos multijugador y de contar con un puñado de personajes y mecánicas nuevas en su campaña, Call of Duty: Vanguard ha desaprovechado la oportunidad de crear una experiencia que suponga un hito en la saga. El multijugador competitivo es su mayor elemento redentor, pero solo tú decides si compensa las irregularidades de un paquete de contenido que otros años ha sido mucho más compacto.
Destiny 2 - El Estratega no es un paquete perfecto, pero sí trae los contenidos adecuados en el momento adecuado. Nuestra primera vuelta a la cuenca Hellas se ve frustrada por la sensación de que todo "da para más", pero el contenido final da por fin con la tecla y nos ofrece actividades entretenidas, gratificantes y adictivas tanto en la nueva zona explorable como en todas las demás.
Strange Brigade, la nueva IP de Rebellion, es una grata sorpresa para los aficionados a los shooters cooperativos: no inventa la rueda, claro; pero sí es capaz de condensar la acción, el ritmo y la fantasía de templos y bestias mitológicas en un paquete compacto y divertidísimo.
Zone of the Enders 2: The Second Runner Mars es una ocasión estupenda para volver a disfrutar del clásico del año 2003. Aunque es capaz de arreglar y mejorar algunos problemas de la edición HD de PS3 y Xbox 360, la realidad es que no se convierte en la versión definitiva del clásico. Lleva el enfrentamiento de Jehuty y Anubis a los 4K y a una meritoria perspectiva en primera persona para realidad virtual.
Just Cause 4 lo tiene todo para convertirse en un referente para los apasionados a la acción sandbox gracias a ese brutal caos que por momentos recuerda a las mejores entregas de la serie Red Faction. Una lástima, pues no siempre saca partido a sus grandes fortalezas y en ocasiones se queda a medio camino. Es muy recomendable, sí, pero cuesta no sentirse algo desilusionado por lo que pudo ser y finalmente no ha sido.
Days Gone es un videojuego con tantos picos para lo bueno y lo malo, que es complicado resumir una opinión de casi cuatro mil palabras en un puñado de líneas. ¿Si lo que quieres es saber si debes comprarlo? Si te gustan las experiencias opresivas de ambientación y supervivencia, puedes sacarle mucho rédito.
No es profundo, no es particularmente original, no es muy desafiante, pero ¿sabes qué? Que tampoco necesita serlo. Plants vs. Zombies: La Batalla de Neighborville es un popurrí de actividades PvP y PvE sencillas, rápidas, divertidas y mejores en compañía.
La supervivencia es la clave de esta nueva aventura protagonizada por zombis. De esta forma el título combina la acción con otros elementos como la táctica y la exploración para conformar una jugabilidad robusta y relativamente atractiva.
PSN recibe otro twin stick shooter bastante atractivo de carácter casi exclusivo multijugador. Sus virtudes tienen que ver con su desarrollo, más táctico de lo que suele ser habitual en el género, así como en su apuesta estética y elenco de personajes. Por desgracia no se trata de un juego redondo debido a sus carencias relacionadas con sus modalidades y opciones en general, pero por lo demás entretiene y mucho.
Las comparaciones siempre son odiosas, y si las establecemos entre Mafia III y sus predecesores el nuevo juego de 2K Games no sale bien parado. Supone pasos atrás en casi cualquier aspecto imaginable, es repetitivo y técnicamente no es precisamente un dechado de virtudes.
De lanzamiento, Disintegration es más interesante como idea que como resultado. Está bien planteado, se siente balanceado y justo, la campaña presume de cierta variedad y de una buena producción… pero a la hora de la verdad no hay muchos momentos de emoción ni tensión, y hay características importantes que por una u otra razón, no se han implementado.
Tras el tropiezo de crítica y ventas de Mass Effect Andromeda, sus responsables cambian totalmente de género con un Anthem con el que no parecen sentirse demasiado cómodos. Las bases de todo lo que se ofrece esta vez son estupendas, y el juego es tan adictivo a corto plazo como lo son todas las propuestas que atraen a los cazadores de botín en los shooters multijugador.
Sin levantar demasiada expectación previa a su llegada a PSVR, este shooter subjetivo con alma de aventura ha conseguido despuntar gracias a sus múltiples cualidades. Su jugabilidad variada y entretenida ha sido bien rematada por unos valores de producción estimables, dando fruto a un Immortal Legacy: The Jade Ciphe que llamará la atención de buena parte de los poseedores de dicho periférico de PS4.
Es muy difícil que cine y videojuegos funcionen del todo bien cuando se dan la mano. La adaptación de World War Z a PC y consolas parece saber esto, así que se limita a coger ideas de la cinta de 2013, como la importancia del silencio o la agilidad de los enemigos, con mucha timidez. Una pena, porque si se hubiera arriesgado más con ellas seguramente estaríamos ante algo único.
Wolfenstein Youngblood es un experimento. Uno que coquetea con las estructuras no lineales, las progresiones por niveles y el endgame. No hay duda de que sigue siendo más shooter que looter, aunque tampoco de que se ha fijado y mucho en lo que este género está haciendo y consiguiendo. Para ello, se desembaraza de carga narrativa y se echa de menos.
Volver al mundo de Mafia 2 diez años después de su lanzamiento original es toda una experiencia. Gracias a ello te das cuenta de lo buen juego de acción que fue en su día, y lo bien que ha aguantado el paso de los años. Sin embargo, cuesta no sentirse decepcionado con una remasterización que hace lo justo á la hora de mejorar los gráficos sin aprovechar las nuevas tecnologías.
