Shantae and the Seven Sirens es un videojuego divertido pero irregular. Es muy divertido cuando llegamos a sus laberínticas mazmorras con saltos, secretos y estupendos jefes finales, pero se hace repetitivo, monótono y pesado cuando toca recorrer la estructura metroidvania de su mundo central. Por fortuna, su duración bien medida y la simpatía de sus protagonistas hace que la experiencia general sea muy amena
Una propuesta no del todo original pero bien planteada, dotada de una ambientación en blanco y negro muy elegante y que posee un nivel de desafío bien ajustado. Puede resultar algo mareante por sus características durante sesiones prolongadas para ciertos jugadores, pero se trata de un título bastante llamativo y recomendable dentro de su género.
Olija ofrece justo lo que se propone en el poco tiempo que dura: acción plataformera con toques metroidvania y una ambientación entre lo flamenco y lo japonés, con un trasfondo enigmático pero interesante para el jugador. Y eso es lo que importa.
Super Monkey Ball Banana Mania tiene un montón de contenidos y experiencias, pero que no vienen acompañadas de una buena ejecución. Unas físicas mediocres impiden llegan más lejos a lo que podría haber sido una excelente celebración de los 20 años de esta simpática franquicia. No ha sido así, resultando un título muy irregular en cuestión de calidad.
Realmente interesante por toda la información que ofrece relacionada con la tribu de los Iñupiaq de Alaska, Never Alone no cumple con las altas expectativas depositadas en él.
Hay mucho potencial en una idea como la que plantea Poncho, con esos retos plataformeros erigidos sobre tres planos de acción distintos. El problema es que el juego de Delve Interactive no siempre responde bien, ya sea por culpa de un diseño de niveles algo irregular o un sistema de control un tanto impreciso.
Esperábamos mucho más de Shadow of the Beast, no lo podemos negar. Denota gran respeto por la obra original, conservando intactas sus señas de identidad, pero su acción está totalmente desaprovechada. Hay buenas ideas, buenas intenciones; no pasa de ahí.
Plataformas 3D de corte infantil de la mano del estudio español Drakhar. Ginger: Beyond the Crystal no es una obra memorable bajo ningún concepto y, de hecho, posee mucho margen de mejora.
Esta nueva propuesta de estilo metroidvania tiene su puntito de originalidad y nos ofrece una mecánica de juego en la que la colaboración entre dos personajes que poseen habilidades únicas es la clave.
Se ven las buenas intenciones de SolSeraph por los cuatro costados, pero también algunas decisiones cuestionables en el diseño jugable, visual y sonoro de la producción. Sus secciones de plataformas son muy disfrutables y variadas, todo lo contrario que los insulsos momentos de horda.
Spongebob Squarepants: Battle For Bikini Bottom Rehydrated rescata la esencia del que para muchos es el mejor juego de Bob Esponja: sigue siendo muy divertido y estamos seguros de que a pesar de sus asperezas, emocionará y dejará satisfechos a quienes sólo buscan la experiencia actualizada del clásico de 2003.
Algunas cosas le han faltado a Knack para ser la estupenda aventura para toda la familia que parecía desear ser en el momento del anuncio. Sus limitadas posibilidades y lo repetitivo de su propuesta se llevan por delante un punto de partida simpático y agradable que podría haber dado mucho de sí.
Típico caso de videojuego que parte de una base interesante pero que no se ha sabido explotar de forma conveniente. Red Goddess cuenta con buenas ideas en su construcción, como un diseño "metroidvania" realmente llamativo, una estructura de juego notable y una narrativa muy presente.
Con muchas más oportunidades estéticas y jugables que el resto de la serie Chronicles, es una verdadera lástima que este Russia haya sido la peor de las tres entregas. Con una gran identidad artística y algunas ideas que, sobre el papel, eran extraordinarias, el juego acaba ofreciendo una irregular mezcolanza en la que sólo la mitad de sus ingredientes aportan grandes cosas.
Keiji Inafune ha tratado de resucitar una de sus obras más majestuosas de su trayectoria, Mega Man, pero no ha conseguido su propósito. Y es que si bien Mighty Nº 9 posee sus virtudes y es una aventura de acción y plataformas de desarrollo 2D que puede llegar a divertir a un grupo de usuarios, lo cierto es que queda lejos de lo que muchos esperaban.
El estudio Moon Factory no ha terminado de moldear la aventura plataformera que todos esperábamos. Y es que sus errores jugables impiden a este robot hacernos disfrutar como él hubiera querido, aunque tampoco es que se trate de un desastre en absoluto.
Pese a que Exception ofrece un buen desafío en un género como el de los plataformas desafiantes, no logra estar a la altura de los grandes exponentes por una falta de control y respuesta en sus situaciones más complicadas. Aunque descuida ciertos aspectos de diseño, puede saciar el apetito de los ávidos aficionados a estos juegos, gracias a su ingente cantidad de niveles.
Skully no pasará al recuerdo colectivo de jugadores de puzles y plataformas. Sus intenciones son buenas y, por momentos, tiene ideas atractivas. Sin embargo, el diseño de sus escenarios, unos puzles bien ideados pero mal acabados y la falta de rejugabilidad tornan a Skully en un título menor dentro de su género.
Anno Mutationem entra por los ojos y me he divertido con él, pero su apabullante apartado artístico no es capaz de compensar una historia, combate y diálogos que son solo correctos. Te quedarás hasta el final para disfrutar de un apartado visual maravilloso, pero no dejará poso en ti. Me ha gustado, pero le falta mucho en su jugabilidad y situaciones para ser un juego que recomendar con los ojos cerrados.
No se puede mejorar más los Sonic clásicos. Los añadidos nuevos a las obras son coherentes y no empañan cuatro obras que son historia del videojuego. ¿No te gustan los añadidos? No dudes en disfrutar de sus versiones originales. Interesantes nuevos desafíos solo empañados por la pésima decisión de venderlos como extra a cinco euros más.
Las plataformas que nos regala el carismático Klonoa siguen resultando amenas y divertidas en los tiempos actuales a pesar del tiempo transcurrido desde su lanzamiento original en PS1 (1997) y PS2 (2001).
PAC-MAN WORLD Re-PAC cumple sin deslumbrar. Ofrece unas cuantas horas de diversión sólida sin complicaciones, lo que le convierte, por fondo y forma, en un estupendo juego iniciático para los más pequeños. A los mayores tal vez les sepa a poco y dediquen más tiempo a meditar por qué Pac-Mom es una bola amarilla con sombrero pegada a las piernas de un maniquí de Victoria Secret.
Falto de imaginación y demasiado simple, demasiado fácil, Skylar & Plux está muy lejos de alcanzar el nivel de calidad de los grandes clásicos en los que se inspira.
La jugabilidad de Shiftlings se deshincha tan rápidamente como el traje de nuestros protagonistas. Este gordo y flaco tan espacial no ha conseguido darnos un plataformas de puzles lo suficientemente adictivo como para mantenernos atentos a la pantalla durante su propuesta. El clásico "buena idea pero mala culminación" en un juego que no ha sabido mantenernos atados a su jugabilidad.
Muchos esperábamos encontrarnos con una producción de gran calado que sirviera a Yuji Naka para redimirse de sus trabajos más recientes pero, por desgracia, vamos a tener que seguir esperando a que el que fuera uno de los padres de Sonic demuestre nuevamente su talento.
