Edge of Eternity
PS4Edge of Eternity es uno de esos trabajos con los que cuesta ser duro. Se nota que Midgar Studio ha querido realizar un JRPG competente y que hay cariño en su desarrollo.
Edge of Eternity es uno de esos trabajos con los que cuesta ser duro. Se nota que Midgar Studio ha querido realizar un JRPG competente y que hay cariño en su desarrollo.
Cuatro años después de la llegada de la novena entrega numerada de la famosa serie de musous de Tecmo Koei, ahora nos llega su correspondiente "spin-off".
Apuesta por extender las bondades de The King of Fighters XIV sin hacer mucho caso a las distintas críticas que se le hicieron al juego en su día: sobrio en lo jugable, presenta un apartado visual y sonoro algo decepcionante para los tiempos que corren y lo que ha sido la marca. Su plantilla de luchadores es difícilmente justificable, pero sí es muy amplia.
Te lo vas a pasar bien jugando a Voice of Cards: The Forsaken Maiden. Te va a gustar su historia, su banda sonora e ilustraciones, pero el combate te parecerá fácil, poco profundo y lento, y sentirás su exploración muy torpe. Conectarás con él si eres muy fan del trabajo de Yoko Taro, pero yo no puedo evitar pedirle más a este gran autor.
Se nota a la legua la influencia de la saga de Atlus Shin Megami Tensei en esta nueva producción JRPG. Se trata de una obra bastante similar en muchos de sus conceptos básicos, desde su predisposición jugable a su ambientación y línea estética.
Atelier Sophie 2 tiene un público muy concreto, y una denominación de origen muy marcada; sabe cuáles son las fórmulas de su moderado éxito en Japón y no arriesga demasiado con ninguna de sus propuestas.
Si buscas un frenético videojuego de acción en el que apenas tengas un segundo de respiro, Shadow Warrior 3 te va a gustar. Es un shooter con muchísima personalidad que sorprende por el colorido y belleza de sus escenarios, el fantástico diseño de sus demonios y el trepidante ritmo de la acción.
Elex 2 es un viaje al pasado, y no lo digo en el mal sentido. Los amantes de los RPG más hardcore van a disfrutar del juego, y es que la sensación de libertad es absoluta desde el principio.
Quest for Infamy es una aventura gráfica de las clásicas, sí. Con su resolución baja de antaño, su menú que imita al estilo de los clásicos de Sierra, su inventario y sus puzles intrincados. Pero también es un juego que mezcla RPG con puntos de experiencia y combate, como el legendario Quest for Glory.
Submerged: Hidden Depths plantea exploración en un mundo perdido y misterioso, plagado de reliquias y secretos por descubrir. Es una aventura relajada, de corta duración, con puzles simples y una jugabilidad en general bastante plana. Se trata de un juego de enfoque minimalista difícil de recomendar, principalmente porque su calidad general dista de ser la más deseable.
Este nuevo juego de rol de estilo clásico y combates aleatorios por turnos llama la atención por su cuidado aspecto visual, que nos transporta a un mundo de fantasía similar al plasmado en los libros de cuentos. Un viaje que se disfruta mucho en general y que nos invita a conocer a personajes muy carismáticos, siendo necesario atravesar numerosas mazmorras y liquidar a multitud de rivales.
Le ha faltado un poquito más de todo a Phantom Breaker: Omnia para que pueda recomendarlo con los ojos cerrados. Necesita más trabajo explicando de forma divertida cómo son sus combates, mejorar su apartado artístico y técnico, y ofrecer personajes con una mayor versatilidad.
Persona 4 Ultimax era y es un juego de lucha brillante, pero resulta justificar su compra a los jugadores que ya lo disfrutaron en su día por la poca ambición del reestreno.
Anno Mutationem entra por los ojos y me he divertido con él, pero su apabullante apartado artístico no es capaz de compensar una historia, combate y diálogos que son solo correctos. Te quedarás hasta el final para disfrutar de un apartado visual maravilloso, pero no dejará poso en ti. Me ha gustado, pero le falta mucho en su jugabilidad y situaciones para ser un juego que recomendar con los ojos cerrados.
Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin es un experimento, un intento por llevar el estilo Team Ninja a la reputada saga RPG de Square Enix. El resultado es un hack 'n slash cargado de acción, en que los combates suponen la parte más sobresaliente del título. ¿Y lo demás? Pues no está tan inspirado.
Rocksmith+ es el comienzo de un nuevo camino para la franquicia más abierto musicalmente, y más profundo en lo educativo...
Agent Intercept es un juego muy fugaz, con muy pocas horas de juego, pero aun así un planteamiento interesante, que me ha recordado a joyas como Chase H.Q. Desgraciadamente, le falta un mejor ajuste jugable, un mayor desafío y probablemente una propuesta globalmente más sólida.
Chrono Cross es un gran ejemplo de la época dorada del JRPG en la primera PlayStation: un título que apuesta por una historia ambiciosa de realidades alternativas, con ideas interesantes, aunque algún que otro giro algo forzado. Posee además un sistema de combate fresco y una música que cuenta con algunos de los mejores temas que he escuchado nunca en un videojuego.
Road 96 sigue siendo importante para la industria, un juego esencialmente narrativo que nos fuerza a reflexionar sobre la represión, el individualismo y la solidaridad. El viaje por Petria en consolas de sobremesa mantiene los motivos que lo hacían brillar en PC, aunque con una pobre adaptación de su interfaz a los mandos.
La experiencia de Milestone con las motos (también con la saga RIDE) hace que sus videojuegos sean buenos, con una conducción realista. MotoGP 22 es un paso adelante y se demuestra que el estudio italiano sigue acelerando a buen ritmo para encontrar la perfección.
Sherlock Holmes Chapter One es un intento valiente por hacer avanzar esta saga de aventuras. Su mundo abierto, el buen número de casos secundarios y secretos que puedes encontrar o el argumento principal son buenas excusas para aquellos con ganas de más, o que quieran acercarse a la saga por primera vez.
Trek to Yomi es un auténtico homenaje al cine de Kurosawa desde el territorio del videojuego. Un título con una jugabilidad e historia sencilla, pero suficientemente cautivadora como para tenerte a sus mandos durante toda la partida.
Salt and Sacrifice es un videojuego notable para jugar con amigos, para matar jefes gordos y subir de nivel, pero se sacrifica el viaje, la fluidez y el ritmo del primero. El juego consigue enganchar en ese bucle de matanza y persecución, pero ideas como la de ir detrás de los magos por el escenario no acaban de cuajar.
Dolmen es un SoulsLike muy heredero de sus predecesores. Intenta aportar ideas nuevas, la que más me ha gustado es la que compete a sus escenarios y cómo intentan matarte. Pero flojea en lo más básico: en que su jugabilidad sea placentera, agradable y tenga buen ritmo.
Roller Champions llega con una propuesta vistosa y original. Sobre el papel es una buena alternativa para aquellos que buscan algo diferente. Sin embargo, al poco de estar patinando por sus velódromos nos encontramos con un juego que tiene potencial pero que todavía no está todo lo pulido que cabría esperar.