Dishonored 2 es una secuela digna, gracias a su brillante diseño de niveles y los poderes de Emily que dan un cambio suficiente a sus mecánicas. Puede que sea algo conservadora, pero la fórmula de Dishonored todavía se mantiene lo suficientemente fresca como para querer seguir disfrutando de los poderes del Vacío una vez más.
Borderlands 3 tiene infinidad de cosas buenas. Tiene un control y unas mecánicas de disparo inmejorables y, al mismo tiempo, es todo un homenaje a los fans, con un desfile de caras conocidas y guiños que harán sus delicias. Solo queda soñar con lo que GearBox hubiera logrado si hubiera aprovechado todos estos años de espera para introducir más novedades o un endgame memorable.
Far Cry 5 es un muy buen exponente de lo que quiere conseguir la saga shooter y, seguramente, también de hacia dónde quiere dirigirse. El nuevo videojuego de la serie se hace fuerte en todos los elementos que caracterizan a la marca y, aunque no arriesga demasiado en sus ideas, logra un resultado muy bueno.
Wolfenstein II: The New Colossus enamora: demuestra estar a la altura de su primera entrega y superarla en muchos de sus aspectos.
No me cabe ninguna duda de que Overwatch 2 estará nuevamente envuelto en polémica, pero tampoco cuestiono que sea un juego muy divertido. Más que el original, de hecho, que es donde está la gracia del asunto. Blizzard ha acertado de lleno con el formato 5 vs.
Far Cry 4 se levanta sobre las fortalezas de su predecesor, ahora cambiando temática y construyendo una trama muy interesante. Funciona a todos los niveles, generando diversión a raudales, más con el añadido de un cooperativo simplemente sensacional.
Titanfall 2 nos ha sorprendido con su campaña, llena de ideas atrevidas y diferentes al shooter cinemático tradicional, mientras ofrece un multijugador más sólido y con más empaque, capaz de ofrecer una mayor versatilidad a medida que progresamos por todos sus niveles.
Era fácil cargar las tintas contra el nuevo CoD por haber sacrificado la campaña, sin embargo hemos descubierto que hay mucho y muy bueno en su interior. Sí, ya no hay modo historia, pero en apenas un par de días es fácil que Blackout te mantenga pegado a la pantalla hasta invertir mucho más tiempo que en un modo individual tradicional de la serie.
En conjunto, Destiny 2 - Los Renegados es un paquete muy completo, muy divertido y una declaración de intenciones por parte de Bungie: si quieres disfrutar de este juego como un hobby, por fin puedes hacerlo. No propone nada totalmente revolucionario y además requiere de algo más de mimo en ciertas áreas, pero en general no resulta difícil pensar que estamos ante la mejor iteración de la serie Destiny hasta la fecha.
PlayerUnknown's Battlegrounds es entretenimiento puro. Tres ingredientes: 100 jugadores, 99 perdedores y un solo vencedor que deparan infinitas circunstancias e historias en cada partida.
La saga Battlefield mantiene su supremacía como uno de los mejores multijugadores con otra demostración de fuerza donde de veras importa, en el campo de batalla.
Hacía falta que alguien diera el siguiente paso dentro del género battle royale, y es justo lo que han logrado hacer desde Respawn Entertainment. Apex Legends logra implantar su propia identidad con una acción más ágil y vertical, y llena de innovaciones y mejoras para todas las convenciones del género: equipo, comunicación, navegación, mapa...
Metal: Hellsinger es uno de los shooters más brutales y frescos que puedes encontrar en la actualidad. Su premisa de unir los disparos al ritmo de sus melodías de heavy metal es una idea que funciona incluso mejor que sobre el papel, pero además es un shooter vertiginoso, preciso y bien construido.
Battlefield 4 es una de las mejores experiencias multijugador que vas a encontrar para finales de este año. Ha solucionado su escasez de modos, aunque los conocidos seguirán siendo los más jugados por la comunidad, y ha añadido más espectacularidad si cabe a la destrucción de sus vastos mapas. Hay poco que se le pueda achacar a este título cuando la recompensa es tan gratificante.
Las malas lenguas dirán que Isonzo es demasiado similar a Verdun y a Tannenberg, y aunque en líneas generales estoy de acuerdo, tengo que admitir que me lo he pasado genial en todas y cada una de las partidas.
Sabíamos que nos gustaría, no nos imaginábamos que tanto. Overwatch es uno de los mejores videojuegos de acción multijugador que han pasado por nuestras manos. Por la intensidad de sus tiroteos, por el magistral diseño de sus protagonistas y sobre todo, por su admirable capacidad de sorprenderte una y otra vez.
Call of Duty: Modern Warfare tiene en su mano que una comunidad entera recupere la fe en la franquicia, y que los que un día se fueron vuelvan. Siento que flaquea en los modos multijugador más abiertos que, quizá por falta de trabajo o falta de perspectiva, se me antojan menos… divertidos; sin más, pero en los modos más íntimos, es contundente y salvajemente entretenido.
Después de hacernos disfrutar bastante con la experiencia tan atractiva (aunque efímera) que supuso The London Heist, el afamado equipo London Studio nos traslada nuevamente a las calles de la capital inglesa para disfrutar de una especie de sucesor espiritual de dicha obra.
Disparos made in Texas y MOBA. Identidad única para cada protagonista, una campaña muy rejugable e interesante y un competitivo que es la joyita de la corona de lo nuevo de Gearbox.
DOOM es diversión rápida, directa, frenética. Hacía tiempo que no nos enfrentábamos a una campaña de un shooter tan veloz y lleno de ritmo. Es su parte principal y es la más lograda. El multjugador es poco inspirado, al intentar una mezcolanza de lo nuevo y lo viejo, mientras que el Snapmap es un editor lleno de posibilidades aún por explotar.
Aquí tenemos una nueva reedición para Next Gen de una licencia de éxito, que en esta ocasión está compuesta por dos títulos de gran calidad. Y es que tanto Metro 2033 como su continuación, Last Light, son dos auténticas joyas del género que deberían ser rejugadas por todos aquellos que ya lo hicieran en su momento.
Advanced Warfare mejora respecto al año pasado, pero su resumen viene siendo el mismo: gran experiencia multijugador y continuista vertiente individual. La introducción del exoesqueleto se materializa en la experiencia online más vertiginosa hasta la fecha, transformando la jugabilidad pero sin perder el alma Call of Duty.
Llama la atención el mimo desaforado de este pack por la primera entrega de Bioshock y, en cambio, el cierto pasotismo que deja ver por las otras dos. No sólo por la ausencia de extras en éstas, sino incluso por la ausencia del más que notable multijugador de la segunda.
¿Se cargará el mundo abierto las aventuras de Artyom? ¿Perderá la esencia la saga al apostar por tanto escenario exterior? Cuestiones que se agolpan en los aficionados. No y no, son las dos respuestas.
Prey ha sido una experiencia a la que sin duda me gustaría volver una segunda vez para ahondar más en sus posibilidades. Si bien abarca demasiado y descuida algunas de ellas en algunos momentos de la aventura, en líneas generales el gran diseño que se ha realizado de la Talos 1 te mantiene desarrollando las habilidades de Morgan y cumpliendo misiones secundarias con gran eficacia e interés.
